La caja de zapatos

Los zapatos, como a casi todas las chicas nos ocurre son mi objeto de deseo. Los tacones altísimos, los diseños originales, extravagantes, coloridos...

Pero como soy de naturaleza cómoda no me atrevo ni a mirarlos y acabo poniéndome siempre las viejas sandalias desteñidas y desgastadas que a base de kilómetros se han acabado adaptando a mí  como si fueran parte de mi anatomía, pero...

Si apareciera mi hada madrina ofreciéndome unos preciosos zapatos no le pediría unos de cristal, le pediría unos cuantos de éstos. Bueno los de cristal también, para qué negarlo, si por querer los quiero todos.

No puedo citar la fuente de donde obtuve las fotos porque  hace mucho tiempo que las tengo guardadas, pero prometo que siempre que me sea posible citaré la fuente de donde obtuve las fotos. Para que nadie se ofenda digamos que son sacadas de Google.