Tirar la comida es pecado. Yo no soy creyente pero en este tipo de pecados sí que creo, por eso me enfado cuando leo que 50.000 toneladas de comida se tiran al año a la basura en los supermercados en producto fresco, después hay otras 357.000 toneladas de otros productos (
clik aquí ). No se donan a ninguna asociación. Eso es pecado mortal y los que lo hacen irán al infierno. Empezando por los responsables de Sanidad.
Todo esto viene porque dicen que las asociaciones de distribución de alimentos para familias sin recursos no cuentan con cámaras frigoríficas para almacenarlos y furgonetas isotérmicas.
Y digo yo ¿no se podía prescindir de unos cuantos coches oficiales y utilizar el dinero para comprar unas cuantas? Seguro que si hicieran una encuesta en la población de lo que preferimos comprar con nuestros impuestos ganábamos por mayoría los que pensamos que hay que darle salida a todos esos recursos que estamos dejando que se pudran.
Según las encuestas de población activa hay 1.700.000 familias que tienen a todos sus miembros en paro, muchos de ellos sin ningún tipo de prestación.¿Por qué no les preguntan a ellos si estarían dispuestos a comerse unos yogures caducados?. Estoy segura de que no les importaría, cuando el dilema está entre comerse el yogur caducado y no comer.
Me duele mucho más ver a la gente rebuscando en los contenedores de basura junto a los supermercados algo que echarse a la boca. Y qué mas da que no se guarde rigurosamente la cadena del frío. Y qué más da si el etiquetado se ha estropeado un poco y no se puede vender. ¡ No se puede tirar comida mientras haya quien pase hambre!
Cuando yo era pequeña, la Señora Lola, propietaria de los ultramarinos de mi barrio, si tenía unos yogures, o flanes que no había podido vender te los regalaba en el límite de fecha cuando ibas a comprar leche, y la Mari, la panadera, tenía un par de familias a las que les daba el pan sobrante del día , eran gente que se daba cuenta de lo mal que lo pasa algunas familias y de que la comida es sagrada.
Porque el hecho de que un yogur esté caducado no quiere decir que esté malo, sólo que no se puede vender. De hecho es una "fecha de consumo preferente", esto es, que según los cálculos de propiedades hasta la fecha que marca el envase el producto está en condiciones de consumo óptimo, y a partir de ahí puede empezar a perder propiedades. A mí me da igual si mi yogur tiene un 100% de bífidus, un 80% o un 70% mientras me llene la panza, no pienso tirarlo aunque esté caducado desde hace una semana. Es más me voy a hacer un pastel que acabo ver en el blog
La cocinika de Ana.
TARTA DE YOGUR
INGREDIENTES:
- 1 paquete de galletas María
- 100 g. mantequilla
- 125 g. azúcar
- 100 g. leche condensada
- 4 yogures naturales "griegos" (caducados)*
- 400 g. nata montada
- 1 sobre de gelatina neutra
Para la gelatina de mermelada:
- 125 ml. agua
- 3 cucharas de mermelada
- Medio sobre de gelatina neutra
PREPARACIÓN:
- Trituramos las galletas y las mezclamos con la mantequilla, a temperatura ambiente, para formar la base de la tarta. Presionamos bien con especial cuidado en los bordes . Horneamos 10 minutos a 180ºC.
- Calentamos 100 ml de agua y disolvemos en ella el sobre de gelatina neutra. Removemos muy bien y dejamos templar. - Ponemos en un bol la leche condensada, los yagurés y el azúcar y batimos hasta que los tres ingredientes estén bien mezclados. - Incorporamos el agua con la gelatina disuelta. Removemos bien.
- En otro bol montamos la nata. Una vez montada la añadimos a la mezcla anterior. Removemos con una espátula para que la nata se integre bien con el resto de ingredientes. - Volcamos la mezcla sobre la base de galletas horneada
- Guardamos la tarta en el frigorífico. Yo os recomiendo hacer la tarta la víspera.- Una vez fría y cuajada la tarta hacemos la capa de gelatina de mermelada.
-Para ello calentamos el agua ,disolvemos la gelatina y removemos bien con una varillas pequeñas. Incorporamos la mermelada y no dejamos de remover hasta que la mermelada se haya integrado por completo en la mezcla de gelatina y agua.
- Dejamos templar un poco y volcamos sobre la superficie de la tarta. Con la ayuda de una cuchara quitamos las posible burbujas de aire.
- Metemos al frigorífico.
- Esperamos un par de horas, y ya la podemos presentar a nuestros comensales.
* Lo de caducados no vienen en la receta original, es de mi propia cosecha, que Ana es muy responsable y hace unos menús de rechupete.
Pues me pongo manos a la obra, Ya os contaré.