"En un agujero en el suelo,
vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos
y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que
sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad".
Así se inicia la aventura de
Bilbo Bolsón (o Bilbo Baggins, como se llamaba en el libro que publicó J.R.R.
Tolkien), un personaje que cambió mi vida.
Siempre fui lectora de todo tipo de relatos, novelas y folletos. Pero
la historia del Hobbit me fascinó desde la primera página allá por los
principios de los 80 cuando yo lo conocí. Ha llovido mucho desde entonces, pero
cada vez que me pongo a releerlo vuelvo a sentirme emocionada y atrapada por la
historia de este pequeño aventurero de pies peludos y espíritu viajero.
Hoy hace 75 años desde que este
libro vio la luz por primera vez y esto es un motivo de celebración. Aunque
haya mucha gente que haya llegado a él después de las pelis de Peter
Jackson de El Señor de los Anillos el señor Tolkien era un consumado
inventor de historias que escribía para sus hijos, lo que le convierte en un
padre especial, un cuenta cuentos.
De hecho el Hobbit, es una
historia creada para leérsela a sus hijos, y fue C.S. Lewis el
escritor de las Crónicas de Narnia el que le convenció para que lo publicara.
Tras licenciarse en la
universidad de Oxford con honores en la carrera de filología
inglesa se casó con Edith Mary Bratt, en 1916, a la que él llamaba su
Luthien, se inspiró en ella para crear el pasaje de Beren y Luthien del
Silmarillion.
Durante la I Guerra Mundial
estuvo en el frente como intérprete del lenguaje de signos y oficial de
comunicaciones, pero cayó enfermo, y tuvo que pasar por una larga convalecencia
durante la cual escribió El libro de los cuentos perdidos. Tras la guerra
trabajó como lexicógrafo en el Oxford English Dictionary. En 1920 trabajó
como profesor en la Universidad de Leeds y en 1925 regresó a Oxford como
profesor de anglosajón. Durante esa época escribió El Hobbit y los dos primeros
libros de El Señor de los Anillos.En sus años de profesor en Oxford junto con
otros amantes de la literatura formaron Los Inklings, un club literario
que se basaba en el fomento y la escritura de literatura fantástica.
Desde su adolescencia era un
amante de las mitologías europeas y tenía una gran frustración por que
Inglaterra no tuviese esa riqueza mitológica, por lo que decidió inventarse
una, creando mapas, lenguajes y toda una crónica histórica, basándose en
elementos de aquí y de allá consiguió dar entidad a la Tierra Media que más
tarde se recogería en el Silmarillion.
En 1961 fue propuesto para le
premio Nobel, pero el jurado lo desestimó.
En 1965 se editó El Señor
de los Anillos en EEUU, y fue nombrado premio Honoris Causa por varias
universidades, vicepresidente de la Philological Society y miembro de la Royal
Society of Literature.
El 1969 la reina Isabel II le
nombró Comendador de la Orden del Imperio Britanico y se creó en su honor la
Tolkien Society inglesa.
Murió en 1971 a los 82 años.Sus obras El Silmarillion y Los hijos de Húrin se publicaron de forma
póstuma por su hijo Christopher.
Si queréis ampliar
información biográfica la wikipedia trae una extensa y detallada biografía.
elementos de la historia, es bastante fiel al libro (la versión extendida, por supuesto), y para mi gusto inmejorable. Espero y deseo que la trilogía del Hobbit sea igual de magnífica.
P.D.
No prestéis nunca el Hobbit, es de esos libros que nunca vuelven, yo
ya voy por el tercero.
Pues para mí Peter Jackson hizo una trilogía lamentable que no respeta ni el sentido del libro ni su sensibilidad. De hecho, ya estoy temblando con la adaptación del Hobbit, que es uno de mis libros de cabecera. Ver por ahí a Galadriel me ha puesto de mal humor, así que imagino que el prepotente Jackson nos va a sorprender, negativamente hablando, con muchas más cagadas. En fin, no se puede tener todo...
ResponderEliminarBueno, como en todo hay gustos. A mí en cambio me parece bastante bien adaptada, a pesar de pasarse por el forro a personajes como Tom Bombadil, la verdad es que me emocionó mucho cuando la vi, porque lo que yo conocía de intento de adaptación era la de 1978 de Bakshi, que era de animación y bastante infumable a mi parecer, aunque tiene alguna parte salvable. A mí me parece que Peter Jackson hizo una película muy digna quizás demasiado comercial, pero entendió el espíritu Tolkien a la perfección y nos ofreció una Tierra Media tal como yo la había imaginado.Estoy hablando siempre de la versión extendida que cambia mucho la versión exhibida en cine
Eliminar