Os quiero enseñar un cuento que hace años que tengo en casa, que me parece un estupendo ejemplo para ilustrar el día.
Rubí se sentía diferente a otros osos como si fuera especial. La señora Martín estaba distraída cuando confeccionó a Rubí. No se dio cuenta de que utilizaba la tela con manchas para los leopardos de juguete. No prestó atención al coser la nariz.
A Rubí no le sorprendió que la seleccionaran entre los demás ositos, pero no le gustó que la agarraran por la oreja.
-¡ Ayyy suéltame!- gruñó.
Estamparon una "D" en la patita de Rubí y la lanzaron por los aires.
-¡ yupii!¡ "D" quiere decir diferente!
Un oso grande se echó a reír .
-No tonta, "D" quiere decir defectuosa. Somos defectuosos, cuando la caja se llene nos tirarán- dijo un oso con orejas de conejo.
A Rubí se le pusieron los pelos de punta ¡Qué horror!
La caja se fue llenando de osos. Finalmente las máquinas pararon, los obreros tomaban los autobuses para volver a sus casas.Oyeron cómo se cerraba la puerta y todo quedó en silencio. Los osos de la caja se fueron quedando dormidos, todos menos Rubí.
Rubí pensaba...¡Eso es! dijo de repente.
-¿El qué?- dijo el oso con orejas de conejo mientras se frotaba los ojos.
-Nos vamos a escapar-dijo Rubí- ¡Vamos!
Buscaron una salida. Sacudieron ventanas y puertas.
Encontraron un respiradero roto. Era muy pequeño. Empujaron y se contorsionaron hasta que consiguieron salir todos.
Corrieron en silencio toda la noche. Unos fueron al campo, otros a la cuidad. Unos se colaron por los buzones, otros se deslizaron por las ventanas.Unos se escondieron en armarios de juguetes, otros subieron a camas de niños solitarios.
pero Rubí trepó al escaparate de la mejor juguetería de la ciudad.Los otros juguetes miraron a Rubí.
-¿Qué significa la "D"?-chillaron los cerditos.
-Diferente-contestó Rubí con orgullo.
-Desaliñada-dijeron partiéndose de risa.
-Disparatada-dijo el chimpancé.
-Desfigurada-dijeron los ratones.
-Si es una osa, es muy rara -coincidieron todos.
-Ni te me acerques- dijo una muñeca cursi.
-Ponte detrás - dijeron otros juguetes
Le dieron codazos, tirones, empujones y pellizcos. Rubí resistió con todas sus fuerzas, pero eran demasiados. Así que Rubí se pasó todo el día al fondo del estante.
Pero justo cuando la tienda iba a cerrar entró una niña acompañada de su abuelo. Buscaron y buscaron algo diferente, algo especial.
¡ESA!- exclamó la niña.
-¡Soy yo! ¡Me están señalando a mi!-dijo Rubí.
-Queremos llevarnos esa- le dijo el abuelo a la dependienta.
La dependienta puso a Rubí sobre el mostrador y vio la "D"en su patita.
-Lo siento señor- dijo-pero está defectuosa. Les buscaré otra.
-No gracias, nos gusta esta, Tiene personalidad.
Mmmm. Personalidad. Eso suena bién, pensó Rubí.
-¿Se la envuelvo?- preguntó la dependienta.
-No gracias- dijo Dora-Me la llevo así, como está.
Salieron de la tienda y caminaron por la calle hasta llegar a una puerta amarilla.
-Ya estamos en casa, Pecosa- dijo Dora.
-¡Pecosa, que desfachatez!- masculló Rubí.
- Gruñe- dijo Dora a su abuelo y los dos se echaron a reír.
Dora se quitó el abrigo y la bufanda y sentó a Rubí en su regazo.
Dora miró a Rubí y Rubí la miró a ella. De repente, Rubí vio una pequeña "D" de plata que Dora llevaba colgada del cuello.
-¡Viva!- pensó Rubí - Es como yo. ¡Es sensacional!
Información e ilustraciones del libro Buenas Noches, editado por Círculo de Lectores
The Bodley Head Children's Book 1999
título de la edición original: Cuddle Up Tigh
de la traducción:2000, Cristina Macià
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