Atribulada me hallo, porque en un plis plas se me está pasando el año casi sin enterarme. Ha sido justo terminar la Semana Santa y me he dado cuenta del montón de trabajo que tengo que hacer si quiero acabar el curso con buenas notas.
Como ya os dije este año me embarqué en la aventura de convertirme en peluquera, y ya se va notando la práctica, he pasado de no saber hacer ni una raya en medio sin que pareciera un puerto sinuoso de alta montaña, a poner rulos, peinar con secador, planchas, tirabuzones,máquinas de corte, tintes, tratamientos y lo que más me gusta, la
tijera (muahahaha).
Dicen que a una peluquera le gusta más una tijera que a un tonto un lápiz, y va a ser que tienen razón.
Y en esas estoy, aprendiendo a darle un poco de vida a la tijera, y haciendo dossieres con el paso a paso de todas las técnicas aprendidas. Algunos ya los he terminado, y entregado, y con bastante buena nota, y otros los tengo en proceso de realización. Y al ver la fecha en que estamos es cuando me han entrado las prisas, o sea que manos a la obra.
No seré la peluquera más hábil del barrio todavía, pero desde luego lo que no me van a faltar son ganas de aprender, de trabajar y quien sabe... Vidal Sasoon empezó como aprendiz en un salón de barrio y acabó siendo el peluquero más famoso de la historia, y me aplico su frase: "Si voy a ser peluquero, deberé ser el mejor".
Fotos de : Google
y de El Rincón de los trastos
No hay comentarios:
Publicar un comentario