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martes, 12 de enero de 2016

Estuche de crochet para material de corte


En esto del crochet  puedo decir que soy una autodidacta y no es que sea precisamente una buena aprendiz, voy un poco a mi bola, me pierdo contando los puntos y en ocasiones se me va uno arriba o uno abajo. Aún así me parece una manualidad de lo más entretenida y relajante.

El verano pasado decidí pasar del punto bajo al punto alto, mi primer tejido fue bastante desastroso, así que lo deshice y lo volví a tejer, el resultado fue un cuadrado. Le tejí alrededor dos vueltas en punto bajo en azul y el resultado fue el que podeis ver.

 Como no sabía para que utilizar el cuadrado que me había quedado se me ocurrió que podría hacerme un estuche donde poner mis tijeras de cortar pelo y mis navajas y así poder tener todo el material de corte en un mismo sitio.


Para ello utilicé una hojas de goma eva, un trozo de fieltro, una cremallera reciclada de un anorak viejo, unos brillantes adhesivos para manualidades y unos tirantes reciclados de unos sujetadores que ya no usaba, hilo y aguja y  cola de silicona.
En primer lugar medí la parte anaranjada del cuadrado justo hasta el borde azul y corté la hoja de goma eva a la misma medida que el cuadrado. Hilvané la cremallera alrededor del cuadrado naranja de manera que me quedara 5  milímetros por dentro del borde, poniendo especial cuidado en que las esquinas quedasen redondeados para que se abriera con facilidad.

Medí y marqué con unos alfileres la zona donde iba a quedar la sujeción de las gomas elásticas. Yo decidí usar tres en diferentes colores. Las fijé con alfileres y por la parte trasera de la goma eva pegué con silicona una tira ancha de fieltro, un par de centímetros más ancha que la zona  donde iba a coser las gomas elásticas. Marqué con alfileres los huecos donde pondría las tijeras, dejando unos 3cm de separación entre ellos, y di unas puntadas de sujeción en cada marca, tampoco hacía falta que fueran perfectas puesto que no se iban a ver. El motivo de poner la tira de fieltro por detrás es que aunque la goma eva se puede coser tiene tendencia a rajarse con el uso, y de esta manera nos aseguramos que por mucho uso que le demos no se rajará por las costuras.
Después fijé con alfileres e hilvané la goma eva a la labor de crochet y lo cosí en la máquina. Y por último para tapar los hilos de las separaciones pegué con el pegamento de silicona los brillantes azules, que aunque sean adhesivos hay que ponerles un poco de pegamento para asegurar la fijación.

Y este es el resultado, un estuche para mis navajas y tijeras de corte que me viene estupendo para mi rincón de la peluquería, que me ha salido bastante barato ya que parte del material es reciclado y el resto es bastante asequible. Espero que os haya gustado. Nos leemos pronto.

fotos: El rincón de los trastos

sábado, 18 de julio de 2015

Calipso: Una ninfa del mar

            

Retomo el blog que hace un tiempo lo tengo abandonado, pero es que sin darme cuenta me he visto abducida por el mundo real, el que no se ve en las redes, terminando un libro que se acaba de publicar, atendiendo mis cosas de la vida cotidiana que no podían esperar, acabando mis estudios de grado medio...
En ello estoy todavía, a pocas semanas de acabar. ¿Alguien pensó que desistiría? Pues yo misma sin ir más lejos.

 Cuando empecé con esto tenía una ilusión, mi hija había decidido meterse en el mundillo de la peluquería y dije, venga pues yo también. Cuando ella decidió quedarse a medio camino me lo planteé ¿Qué sentido tenía que yo siguiera si el proyecto conjunto se había quebrado? Pero ya era como un reto personal, una manera de demostrar que yo puedo hacerlo, no por los demas, sino por mí. Y todo ese sacrificio me ha llevado a este punto. Quiero enseñaros  mi trabajo final.
El trabajo consistía en un peinado de fantasía para una pasarela, Lo hacíamos por grupos o parejas y contábamos con una modelo. Teníamos que decidir la temática, elegir vestuario, complementos, maquillaje...
Mi equipo lo formábamos mi compañera Miriam y yo y contábamos con la ayuda de Zaira que nos hizo de modelo y Ana, alumna de la Academia de Estética del mismo centro.
  Nuestro proyecto se llama CALIPSO.


Calipso es una oceánide, hija de Océano y Tetis y junto a sus 50 hermanas forman el grupo de las ninfas de los mares del mundo. Las ninfas del mar son Diosas menores cuidadoras  y generadoras de la vida en el mar y de las aguas de los océanos. Otorgan el don de la pesca, tienen una hermosa voz que susurra como las olas, pero cuando se enfadan pueden levantar tempestades capaces de hundir los barcos que naveguen sobre sus aguas.
 
 Queríamos representar un barco navegando en el mar embravecido extendiendo sus redes, la benebolencia del mar cuando se respeta el equilibrio y la advertencia de que si se rompe ese equilibrio se puede volver en nuestra contra.
Tejimos una red con el cabello de la modelo a base de trenzas en cascada engominando para darle forma y enredando unos pececillos de goma eva dentro de la red.

Para formar la ola gigante crepamos el cabello para darle mucho volumen que luego fuimos peianado para pulirlo y  enrollándolo en un gran bucle en forma de caracola.Colocamos un tocado hecho con un crepè de pelo azul  y blanco sintético y le pusimos un barco pesquero hecho con goma eva. Para acabar el peinado hicimos unos bucles y unas ondas que trepaban por la ola gigante.
Como vestuario elegimos una gasa azul en forma de pareo, y sujeto con unos broches que hice con conchas naturales y unas estrellas de porexpan pintadas, queríamos que fuera sencillo porque no queríamos que quitara protagonismo al peinado.

El trabajo ha recibido una calificación de sobresaliente y yo me siento muy orgullosa. ¿Quien me  iba a decir que yo podía hacer cosas como esta? Estoy muy contenta.



miércoles, 23 de abril de 2014

Por los pelos

Atribulada  me hallo, porque en un plis plas se me está pasando el año casi sin enterarme. Ha sido justo terminar la Semana Santa y me he dado cuenta del montón de trabajo que tengo que hacer si quiero acabar el curso con buenas notas.

Como ya os dije este año me embarqué en la aventura de convertirme en peluquera, y ya se va notando la práctica, he pasado de no saber hacer ni una raya en medio sin que pareciera un puerto sinuoso de alta montaña, a poner rulos, peinar con secador, planchas, tirabuzones,máquinas de corte, tintes, tratamientos y lo que más me gusta, la
 tijera (muahahaha).

 Dicen que a una peluquera le gusta más una tijera que a un tonto un lápiz, y va a ser que tienen razón.
Y en esas estoy, aprendiendo a darle un poco de vida a la tijera, y haciendo dossieres con el paso a paso de todas las técnicas aprendidas. Algunos ya los he terminado, y entregado, y con bastante buena nota, y otros los tengo en proceso de realización. Y al ver la fecha en que estamos es cuando me han entrado las prisas, o sea que manos a la obra.
 No seré la peluquera más hábil del barrio todavía, pero desde luego lo que no me van a faltar son ganas de aprender, de trabajar y quien sabe... Vidal Sasoon empezó como aprendiz en un salón de barrio y acabó siendo el peluquero más famoso de la historia, y me aplico su frase: "Si voy a ser peluquero, deberé ser el mejor".


Fotos de :  Google
y de El Rincón de los trastos

lunes, 23 de septiembre de 2013

Rizando el rizo

De pequeña mi mayor sueño era tener un juego de peluquería de la Señorita Pepis.
Ver  en los anuncios de juguetes aquel secador y aquellos rulos era transportarme al paraíso, porque como a toda niña lo de lavar y peinar  muñecas es algo que se lleva en el ADN.


 Me manejaba bastante bien con la tijera, al menos eso me parecía a mí, y mis decenas de muñecas son testigo de ello, raro era la que acababa el año con el pelo intacto.

Bien, unos cuantos años después aquí estoy, con mis rulos, y mis tijeras aprendiendo a rizar rizos, a cortar melenas, teñir, peinar, cardar, marcar y lo que haga falta.

Porque nunca es tarde, al menos eso me parece a mí, aunque si es verdad que a estas alturas debo ser una alumna excelente, aprender rápido y practicar mucho porque no me puedo permitir el lujo de perder un tiempo precioso que empieza a ponerse a la contra.

Hay quien, cuando digo que empiezo ahora a estudiar peluquería se asusta, porque piensan que se me ha pasado el arroz. Puede ser, pero si no lo intento nunca lo sabré, y en cualquier caso el saber no ocupa lugar ¿no os parece?
En casa somos dos en el empeño de dedicarnos a esto del pelo, y el sueño es poder tener un pequeño Salón de peluquería en el futuro, y como soñar es gratis y a mi me gustan los retos no pienso rendirme.

Ahora lo urgente es poder guardar las docenas de rulos, bigudies, cepillos y peines que me han dado en la Academia de la forma más ordenada posible y para eso me estoy haciendo unos cuantos neceseres reciclando un viejo pantalón con estampado tigre blanco que no pienso usar y una falda de polipiel roja que me quedó estrecha, cerrandolos con velcro.

Ya estoy preparada  para la batalla de rulos, solo tenéis que sentaros en el tocador que la laca la pongo yo. Nadie puede parar mi ritmo.


Fotosy video de Google, YouTube y El rincón de los trastos.