Añaden color, alegría y pueden hacer que un espacio desangelado gane mucho. Además lo mejor, las puedes hacer tu mismo y con los materiales que se te ocurran.
Porque en esto de poner "colgajos" no hay normas, las puedes hacer de papel, de trapo, con plásticos reciclados, con CDs viejos, con fieltros, con washi-tape, con crochet y hasta con rosquillas si quieres, aunque no te lo recomiendo a no ser que vayas a hacer el típico juego de vendar los ojos e intentar comértelas a ciegas (pues oye, es muy divertido, a lo mejor me hago una).
He prescindido de las que llevan luces porque malgastar electricidad, aunque sean muy bonitas no es una idea muy ecológica, pero si le quieres dar luz a esos rincones sombríos quedan genial.
Aquí os las dejo, espero que os gusten.