Hace unos días vi la película Américan Psico en la que
Christian Bale encarna a Patrick Bateman un prestigioso yuppie con mucho
éxito, dinero, una vida elitista… y mucha mierda en la cabeza, permitidme
decirlo.
El filme está brillantemente dirigido por Mary Harron consiguiendo
hacer un film desagradable, incómodo, sórdido… vamos que si me preguntan que si
me ha gustado la peli no sé qué decir. ¿Es buena? Si lo es. ¿Te gusta? Para
nada. Esa es la intención, que cuando acabes de ver la película te veas rodeado
de esa sensación casi asquerosa que envuelve al personaje.
Una cosa muy destacable en la película es la música.
Increíble la recopilación de éxitos
noventeros que todos reconocemos y que vamos cantando según se van escuchando.
Para Bateman la música es una parte importante, pero no hablamos de música
clásica, profunda y sesuda, ni Wagner ni Mozart, sino de superhits comerciales del
momento.
Bateman es un hombre de éxito, tiene dinero, un grupo
exclusivo de amigos y una burbuja social en la que está inmerso donde todo es
superfluo. El culto a la imagen, a las apariencias, a la moda, al snobismo le
hace ser un esclavo de su propio círculo. Todo se mueve entre Loui Buiton,
restaurantes selectos, manicuras perfectas y lociones exfoliantes. Las
conversaciones más profundas en ese círculo son a que gimnasio vas o que
estilista te atiende. Pero Bateman tiene un oscuro instinto asesino, lo único
que realmente le proporciona placer, ya que lo demás es fácil de conseguir:
sexo, drogas, nada le proporciona la adrenalina que necesita para motivarse en
su vida. Sólo matando consigue sentirse lleno. Cuanto más frustrante es su vida
más sed de sangre tiene.
Sinceramente, me parece aborrecible la sociedad que representa. Nunca un protagonista me había resultado tan antipático ni una película me había provocado tanto asco. No es la sangre y el despiece lo que me da asco, a mi eso ya no me asusta, he visto cine de vísceras y sangre a cubos que me ha resultado más agradable, aquí no hay tanta sangre. Es la falta de escrúpulos y de moral lo que me asquea. El pensar que el dinero lo consigue todo, que es lo único que tiene valor en esta sociedad. Desgraciadamente el dinero es necesario para vivir, pero si dejamos que nos robe la personalidad, la humanidad, entonces seremos muy pobres, con mucho dinero, pero pobres de espíritu. Soy pacifista, pero os juro que nunca he tenido más ganas de descerrajar dos tiros a alguien que al tal Bateman.
Sinceramente, me parece aborrecible la sociedad que representa. Nunca un protagonista me había resultado tan antipático ni una película me había provocado tanto asco. No es la sangre y el despiece lo que me da asco, a mi eso ya no me asusta, he visto cine de vísceras y sangre a cubos que me ha resultado más agradable, aquí no hay tanta sangre. Es la falta de escrúpulos y de moral lo que me asquea. El pensar que el dinero lo consigue todo, que es lo único que tiene valor en esta sociedad. Desgraciadamente el dinero es necesario para vivir, pero si dejamos que nos robe la personalidad, la humanidad, entonces seremos muy pobres, con mucho dinero, pero pobres de espíritu. Soy pacifista, pero os juro que nunca he tenido más ganas de descerrajar dos tiros a alguien que al tal Bateman.
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